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  • Foto del escritorIñaki Ferruses Muñoz

El ocaso de la playa de Almardà

Actualizado: 4 may 2021



La playa de Almenara lleva más de dos décadas sin arena, al igual que las de Almardà, Corinto y Malvarrosa, y como reclaman sus vecinos «una generación se podría quedar sin playa». A raíz de este problema se ha planteado el Proyecto de Costas, el cual pretende regenerar la playa de Almenara para que vuelva a contar con arena. Sin embargo, el Ayuntamiento de Sagunto paralizó el plan ya que podría tener consecuencias negativas para las playas de Sagunto. Así lo explica Roberto Rovira, concejal de Playas del Ayuntamiento de Sagunto.


Entrevista a Roberto Rovira, concejal de Playas de Sagunto


Joaquín Farinós, geólogo experto en la región valenciana, explica que la dinámica litoral hace que la corriente desplace los sedimentos de norte a sur. El problema reside en que ha habido una creciente construcción de embalses y puertos marítimos comerciales que bloquean el paso de dichos sedimentos, especialmente el espigón del puerto de Burriana. Según Rovira, este factor es crucial para la regresión de la costa de las playas de Sagunto, puesto que «la grava no puede llegar a las playas de Almenara y Almardà, y la poca con la que cuentan se desplaza hacia abajo».


Ahora bien, la Demarcación de Costas propone la regeneración de las playas mediante la creación de espigones y la deposición de grava en estas. Así lo afirma Rovira, que argumenta que las playas volverían a ser estables. «El problema erosivo de Almenara es mucho mayor que el de Almardà, y necesitan y demandan una actuación urgente», expone el concejal. Este explica que la polémica se debe a que la intervención debe llevarse a cabo de forma simultánea en las dos playas. Si Almenara se adelanta «los diques bloquearán el paso de toda la arena que baja a Almardà, quedando cada vez más vacía», según expresa el concejal, y por este motivo el Ayuntamiento de Sagunto denunció el plan. «El ministerio ha propuesto otro proyecto para recuperar las playas de Sagunto de una forma más natural, sin la creación de espigones, pero se necesita un trabajo conjunto», recalca Rovira.


La Asociación de Vecinos de Almardà reclama al Ministerio que se «replantee su proyecto y haga una intervención conjunta en todas las playas afectadas», según expresa José Girona, presidente de la organización. Por ello, han buscado la implicación de la sociedad civil para recuperar las playas. Las opiniones de la ciudadanía respecto al proyecto de Costas siguen en la misma línea:


Fuente: elaboración propia / encuesta realizada al vecindario de Almardà



¿Qué consecuencias tendría el Proyecto de Costas de Almenara?


La morfología de las playas, alterada de su proceso natural


Tras la creación de los espigones, la corriente de agua acumularía la mayoría de la arena creando un depósito encima de estos, especialmente del último, según Farinós. Al crearse este depósito, la playa de Almenara comenzaría a crecer, recuperándose y estabilizándose. El problema se generaría en que Almardà perdería «las pocas características positivas que tiene», como explica Rovira.















Fuente de las imágenes: elaboración propia a partir de datos de Roberto Rovira



Uno de los principales problemas que existen tras la alteración de esta morfología es que «el perfil de la playa será mucho más vertical, creando un escalón en la entrada al mar», según el concejal. Este explica que se da un problema de seguridad a la hora del baño, y que algunos ciudadanos ya han tenido algunos incidentes. La diferencia de profundidad entre una playa de grava y una de arena es de 75 centímetros a un metro de distancia de la orilla, afirma Rovira.




Fuente: elaboración propia a partir de datos de Roberto Rovira



Entrevista a Joaquín Farinós, geólogo experto en la Comunitat Valenciana


La biodiversidad: flora y fauna


Laura Llopis, representante de la asociación ecologista Acció Ecologista Agró, explica que en primer lugar el proyecto podría afectar a la disposición de la posidonia en las playas. La posidonia es una planta marina que tiene efectos muy positivos para la costa, como la emisión natural de C02 o la retención de sedimentos, según Llopis. La representante de Agró expone que esta planta está protegida por la ley, ya que pertenece a un ZEC (Zona Especial de Conservación), pero el proyecto podría afectar igualmente. En cuanto a la vegetación emergida, Llopis explica que el simple paso de maquinaria de obra pesada podría afectar a las microrreservas de flora que se encuentran en la playa de Almenara.


En cuanto a la biodiversidad de fauna, la representante recalca la importancia del Chorlitejo patinegro. «Es una especie amenazada que anida desde marzo hasta abril, y no se puede realizar ninguna actividad en esos meses», declara. Llopis expresa que su presencia es menor a pesar de que sea un animal protegido, ya que el uso público y social de la playa le hace desaparecer.


El cambio climático como un factor clave para el proyecto


«En el caso del proyecto de Sagunto, tiene una expectativa de duración de unos 25 o 30 años. Teniendo en cuenta la previsible subida del mar en unos años, las expectativas se pueden reducir, llegando a ser de 15 o 10 años», expone la representante de Agró. Añade que esto puede verse reflejado en los últimos años, ya que ha habido un incremento de los temporales, los cuales repercuten en el arrastre de las arenas trasvasadas.


Entrevista a Laura Llopis, representante de Acció Ecologista Agró



¿Qué puede hacer la ciudadanía para intentar preservar una playa natural?


Llopis declara que «es necesario que la población esté informada sobre el funcionamiento de la costa y las playas, y no las considere un lugar exclusivamente de residencia, ocio o turismo, sino como espacios naturales de gran importancia medioambiental». Por ello, desde Acció Ecologista Agró se realizan actividades para fomentar la educación ambiental. Rovira coincide con la representante de la asociación en que es necesario cambiar los hábitos en relación a la costa, evitando la acumulación de residuos, respetando los espacios dunares y sus hábitats, e incluso en algunos casos entendiendo la necesidad de retrasar algunas intervenciones como la creación de paseos, aparcamientos, urbanizaciones, etc. para favorecer la permanencia de los sedimentos.


La representante de Agró incide también en la organización de campañas y voluntariados de limpiezas y cuidado de playas, reduciendo así el uso de maquinaria pesada que influye en las reservas de flora y fauna. «Si todos y todas ponemos un poco de nuestra parte, será mucho más fácil hacer este proyecto sostenible a largo plazo», reclama.



Fuente: elaboración propia a partir de datos de Laura Llopis

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